Muchos chicos se resisten a tomar agua. Para ellos, las gaseosas y bebidas endulzadas resultan mucho más tentadoras y ricas. Sin embargo, siempre hay que recordar que los chicos necesitan tomar una buena cantidad de agua para mantenerse sanos e hidratados.
La Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND) detalla que los niños menores de 4 años deben consumir de 1,1 a 1,3 litros de agua por día, mientras que los chicos de 4 a 8 años tienen que tomar alrededor de 1,6 litros por día.
Estas cantidades abarcan tanto el agua que toman como la que está presente en lo que consumen, como los jugos, caldos, batidos y todos los alimentos. El 80 % del total procede de lo que se bebe y el 20 % restante de los alimentos. Tené en cuenta que si hace mucho calor o los chicos practican una actividad física intensa, van a necesitar más líquido para compensar el que pierden por la transpiración.
Recordá siempre que la mayoría de las gaseosas tiene exceso de azúcar y de calorías, por lo que su consumo excesivo no es beneficioso ni recomendable para la salud de tus hijos.
Buenos trucos para que tomen más agua
La clave es que los chicos se acostumbren a tomar agua, así la consumen todos los días sin extrañar las opciones poco saludables como las gaseosas. Con unos consejos sencillos, en muy poco tiempo el agua se convertirá en su bebida favorita.
1. Poné una botella de agua junto a su cama. Cuando lo despiertes, recordale que tome unos sorbos para empezar bien el día.
2. Convertí el agua en un accesorio divertido. Para lograrlo, comprá una taza o una botella reutilizable que tu hijo pueda decorar con calcomanías, purpurina o lo que más le guste. ¿Quién dijo que tomar agua es aburrido?
3. Las botellas con boquilla permiten que los más chiquitos puedan tomar agua con mayor facilidad. Para los niños más grandes que ya se aburrieron de las tazas normales, usá unos sorbetes divertidos para atraer su atención. ¡Tenés de todas las formas y tamaños!
4. Intentá que nunca tengan acceso a las opciones poco saludables en la heladera, como las gaseosas o jugos. ¡Son una tentación para cualquiera!
5. Algunos padres lograron convencer a sus hijos agregando jugo o preparados con sabor a fruta, para luego ir reduciéndolos poco a poco hasta eliminar los aditivos. Recordá que debe ser una solución temporal, no algo permanente. El objetivo es que tomen agua pura.
6. A los chicos les encanta ponerle hielo al agua, así que asegurate de tener preparado siempre en el freezer.
7. Agregá al agua una rodaja de limón o naranja, una frutilla o incluso hojas de menta fresca para sumarle un poco de sabor natural. Además de darle gusto al agua, tus hijos se van a acostumbrar a comer fruta desde pequeños.
8. Tomar agua de la canilla no es muy recomendable. Podés poner un filtro en la canilla para purificarla en el momento o comprar un dispenser de agua para tenerla a mano y no gastar grandes cantidades de dinero comprando botellas.
9. Y, por último: ¡sé un buen ejemplo! Si vos tomás más agua, tus hijos te van a imitar.
Vos sos la mejor guía para que tus hijos lleguen a ser adultos sanos y felices. Te ofrecemos algunos consejos para ayudarte en el proceso:
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