Ya sea que te propongas ahorrar algo de plata, ponerte en forma, aprender inglés o comenzar un nuevo hobby, los objetivos de Año Nuevo son una excelente forma de empezar el año con metas sólidas. Sin embargo, alrededor del 80% de estos objetivos se abandonan en febrero porque, a veces, es muy difícil cumplir los planes que uno mismo diseña.
Seguí estos sencillos consejos para mantener tus propósitos durante todo este año, ¡e incluso el siguiente!
Ante todo, planificación
Planificá tus propósitos con tiempo para que no te tomen por sorpresa en las primeras semanas del nuevo año. De esta manera, vas a empezar con el pie derecho. Tené a mano todo lo necesario para cumplir tus metas, tanto si se trata de unas zapatillas nuevas para el gimnasio como un cuaderno para escribir cuentos o una caja de ahorros especial. Una vez que tengas todo listo, ¡empezá a cumplir con lo que te comprometiste!
Paso a paso
Cuando pienses en tus propósitos, empezá con pequeños cambios específicos y andá sumando pasos de uno en uno. Por ejemplo, si querés ponerte en forma, dividí tu objetivo en pequeñas metas fáciles de lograr. Empezá con una actividad en el gimnasio y tomando un desayuno saludable cada mañana. Y, una vez que estas dos metas sean parte de tu rutina, agregá nuevos desafíos.
Escribir tus objetivos también te puede ayudar a conectarte más con ellos. Anotá en tu agenda todas las actividades nuevas y dales un lugar destacado. Así, vas a tener tiempo suficiente para hacer actividad física o dedicar las tardes de los domingos a prepararte comida sana para la semana siguiente.
Motivación
Hablá de tus objetivos con tus familiares y amigos. De esta forma, ellos podrán ayudarte y motivarte para seguir adelante y te recordarán por qué decidiste encarar ciertas metas.
Unir fuerzas con algún amigo es otra buena idea para llevar a cabo tus propósitos. Cuando se comparte una causa común es más fácil motivarse el uno al otro en los momentos de debilidad. También podés buscar en Internet o en las redes sociales a otras personas que se hayan propuesto lo mismo que vos, para que te den ánimo cuando necesites un empujón.
Por último, recompensate a vos mismo por los pequeños logros. No te desanimes si tenés un mal día y no cumplís con algún objetivo. ¡Mañana será otro día para empezar con fuerza!
