Correr es una excelente actividad física que podés hacer libremente en cualquier momento y lugar. Tenés muchas opciones, como practicar solo o con amigos, en tu barrio o en una plaza, y en todos los casos te trae muchos beneficios para tu salud, además de mejorar tu estado de ánimo. Dicho en otras palabras, podés adaptar este ejercicio a tu estilo de vida en todas las estaciones del año.
Acá te dejamos algunos sencillos consejos para que salgas a correr de forma segura y cómoda todos los días, haga frío o calor.
1. Elegí el momento ideal
Definir una rutina regular ayuda mucho a que el ejercicio sea siempre parte de tu vida. Encontrá un día y horario para correr cada semana y adaptá esta organización a los cambios de estación. Por ejemplo, en verano, salí a correr por la mañana temprano antes de que haga demasiado calor o por la tarde cuando baja el sol. Si es posible, aprovechá las horas de luz para correr durante el invierno.
2. Usá el equipamiento adecuado
Es fundamental proteger tus articulaciones comprando el calzado adecuado. Los locales deportivos tienen personal preparado para ayudarte a encontrar las mejores zapatillas para vos. También es importante que lleves el teléfono por si se presenta alguna emergencia, así que elegí ropa que tenga bolsillos con cierre. A veces es difícil correr con el frío del invierno, por lo cual te conviene invertir en una buena campera deportiva, gorro y guantes.
No te olvides de contratar un buen Seguro de Salud como el que ofrecemos en La Caja, porque te brinda la tranquilidad de estar cubierto ante cualquier problema de salud que surja en la pista de correr o en cualquier ámbito de tu vida.
3. Cambiá tu ruta
Cualquier actividad que hagas de forma regular puede convertirse rápidamente en algo trivial o aburrido. Para romper la rutina, planificá rutas diferentes y explorá zonas que despierten tu interés. Correr es una gran oportunidad para adentrarse en áreas naturales y conocer nuevos lugares, pero no pierdas tu ubicación a lo largo del camino y activá el GPS en tu teléfono para no perderte.
4. Incorporá entrenamientos de intensidad variable
Lo ideal es que combines diferentes niveles de intensidad en tu entrenamiento para sacar el máximo provecho. Por ejemplo, una rutina típica consiste en caminar los primeros 5 minutos de la carrera, trotar los siguientes 15 minutos, correr rápido durante 10 minutos y luego repetir todo desde el principio.
5. Entrá en calor al principio y estirá al final
El calentamiento es muy importante en cualquier estación del año porque prepara tu cuerpo para la actividad física y te ayuda a prevenir lesiones. Empezá tu rutina con una serie de elongaciones y continúa con un trote suave antes de aumentar la intensidad. Cuando termines, dedicá nuevamente unos minutos al estiramiento para evitar dolores musculares.
De vez en cuando, todos necesitamos un poco de motivación para seguir haciendo ejercicio, especialmente en los meses más fríos del año. ¿Por qué no buscás un amigo que te acompañe? También ayuda fijar una meta, como entrenar para una carrera o maratón.
6. Date una recompensa
Sé generoso con vos mismo y reconocé el trabajo duro y los logros que conseguís. Date el gusto de comer tu comida preferida o hacer algo que te haga feliz cuando tuviste una buena sesión de running. El entrenamiento debería ser un aspecto positivo de tu vida y disfrutar de un buen premio te ayudará a sentirlo así.
Recordá siempre que la clave para sostener cualquier tipo de actividad física es disfrutarla, así que organizate de forma que salir a correr sume alegría a tu día y a tu semana.
