¿Te excediste alguna vez en comidas o eventos de trabajo? ¿Te sentiste tentado por el picoteo o las facturas que traen tus compañeros por su cumpleaños? A pesar de empezar el día con la intención de llevar una dieta saludable, a veces parece imposible si trabajamos rodeados de tentaciones. Por suerte, tenemos varias recomendaciones para que mejores tu alimentación en la oficina y no te pierdas esas ocasiones especiales.
Desayuno positivo
Empezar el día con una actitud positiva puede ser clave, ya que un desayuno nutritivo puede ayudarte a mantener los hábitos saludables durante todo el día. Lo ideal es desayunar sentado, masticar tranquilamente los alimentos y saborearlos. Si tenés poco tiempo, llevate opciones fáciles al trabajo, como unas rebanadas de pan integral, alguna fruta de estación, un yogur descremado con granola o unos panqueques de avena. También podés incluir mate o mate cocido, ya que la yerba es un potente antioxidante y fuente de vitaminas y minerales.
Almuerzo casero
Optá por la comida hecha en casa en lugar de la comprada. Preparate viandas y llevalas en tuppers, como cuando íbamos a la escuela. No solo vas a poder controlar los ingredientes y las porciones, sino que vas ahorrar dinero. Pensá en preparaciones sencillas, como empanadas de verdura, pascualina, tortillas, salpicones con ingredientes que hayan quedado de otras comidas, sándwiches de pan integral con verduras y carne magra, o ensaladas que también incluyan legumbres, arroz integral o fideos.
Picoteo saludable
Cuando tengas ganas de picar algo a media mañana o por la tarde, asegurate de tener una selección de snacks ricos y nutritivos a mano. Apostá por comer un puñado de frutos secos sin sal o una fruta. También podés optar por una bolsita de verdura cruda, como bastones de zanahoria, tallos de apio o tomates cherry. Intentá no comer mientras trabajás o hacés otras cosas. Esto puede provocar nervios y empeorar la digestión.
Hidratación constante
Mantenerse hidratado es fundamental para estar sano, porque hace que tu cuerpo funcione de forma óptima. La técnica que te recomendamos es que llenes una botella de agua grande por la mañana y marques la cantidad que tenés que tomar cada hora. Además, podés usar una aplicación como Aqualert para que te recuerde cuándo tenés que beber. ¿Sos amante del café? Cambialo por una taza de té verde, que tiene muchos beneficios para la salud, como favorecer la digestión, mejorar la actividad del hígado y activar la circulación. Además, su alto contenido en antioxidantes y vitaminas fortalece el sistema inmunológico.
Iniciativa y ejercicio
Por último, recordá que una dieta equilibrada tiene que ir acompañada de actividad física. Por eso es importante no dejar de lado tu rutina de movilidad. Ante todo, sé positivo y no olvides darte un capricho de vez en cuando. Eso sí, cuando te toque celebrar alguna ocasión especial, fomentá entre tus compañeros de trabajo opciones más saludables y llevá, por ejemplo, brownies sin azúcar o sándwiches de pan integral.
Guardá y aplicá los consejos que te damos en nuestro blog para comer más saludable en la oficina. ¡Vas a ver cómo lo conseguís fácilmente!
