La suciedad y los gérmenes pueden acumularse incluso en los hogares más limpios y en los lugares menos imaginados. Acá te mostramos los rincones de la cocina, el baño y el living en los que se pueden esconder las bacterias, y te indicamos las mejores maneras para mantener fuera esos molestos invasores.
Gérmenes inesperados en la cocina
Al ser uno de los lugares más importantes de la casa, la cocina suele alojar a la mayoría de esos gérmenes inesperados. Las esponjas pueden ser un hervidero de bacterias, así que cambialas con frecuencia o calentalas unos segundos en el microondas para matar a la mayor cantidad de gérmenes posibles. Asegurate siempre de lavar correctamente las tablas de cortar después de usarlas y limpiá con lavandina aquellas que se utilicen para cortar carne cruda. Cambiá los trapos de cocina a menudo. Las manijas de los cajones y las bachas atraen fácilmente la suciedad de las manos, así que limpialas con toallitas desinfectantes después de una sesión de cocina.
Bacterias ocultas en el baño
Por más que sea el lugar de aseo, ¡eso no significa que tu baño no pueda estar repleto de bacterias ocultas! A menudo se encuentran en las zonas en las que las manos entran en contacto con las superficies antes de que estén limpias, como las llaves de luz, grifos y toallas de mano. Para combatir los gérmenes, limpiá estas zonas con desinfectante y cambiá las toallas de mano con frecuencia. Tu estuche de maquillaje también puede estar repleto de bacterias alojadas en esponjas, brochas y maquillaje antiguo, así que mantené limpios los dos primeros con un jabón especial y controlá la fecha de caducidad del maquillaje. También deberías cambiar los cepillos de dientes con frecuencia.
Suciedad en el living
Desde el control remoto del televisor hasta las pantallas de los celulares, hay un montón de lugares del living donde se esconden los gérmenes. Limpiá los controles remotos y los teléfonos con toallitas desinfectantes. Intentá que los almohadones del sofá tengan fundas extraíbles, así podés mandarlas al lavarropas y eliminar por completo todas las bacterias. Si la habitación tiene alfombras, procurá limpiarlas con vapor una o dos veces al año. ¡Toda limpieza debe realizarse más a menudo si tenés amigos de cuatro patas que pierden pelo y arrastran suciedad todos los días!
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