Con un poco de creatividad y buenos consejos, podés encontrar nuevas maneras de usar lo que ya tenés, no hace falta comprar ropa para verte diferente. Acá te contamos cómo reorganizar y renovar tu armario.
1. Arreglá la ropa
¿Tenés ropa que necesita arreglo? Con un poco de imaginación y un sencillo kit de costura podés arreglar lo que sea. Si alguna prenda tiene un agujero demasiado grande para coserlo, dalo vuelta y aplicale un parche termoadhesivo con la plancha. Cuando compres ropa nueva, guardá los botones de repuesto para usarlos en el futuro.
2. Cuidá
Si querés que tus prendas preferidas duren más, prestá atención a las instrucciones de lavado que vienen en las etiquetas. La ropa que hay que lavar a mano podría achicarse si la ponés en el lavarropas. Las telas como la seda o la cachemira solo deben lavarse a bajas temperaturas y en ciclos especiales. Además, usá perchas acolchadas para evitar que los hombros de las prendas se estiren o deformen. También te conviene invertir en un quitapelusas para eliminar las bolitas que se forman en la lana.
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3. Clasificá y guardá
Algunas prendas sirven para todo el año, mientras que otras son específicas de una estación. Dividí tu placard en ropa de invierno y de verano, y guardá lo que no necesites ahora. Si dejás armados algunos conjuntos para ocasiones especiales, como una cena o una reunión de trabajo, va a ser más fácil saber qué ponerte.
4. Vendé
Hoy en día, hay muchas tiendas de ropa de segunda mano donde podés vender la que ya no usás. Solo tenés que acercarte a uno de estos negocios con tus prendas para que ellos seleccionen con cuáles se quedan. Es una gran forma de reutilizar la ropa y, de paso, ahorrar algo de plata.
5. Doná
Donar la ropa que ya no usás es una excelente manera de ayudar a quienes más lo necesitan. Hay muchas organizaciones benéficas a las que podés acudir para apoyar una buena causa. Algunas fundaciones pueden pasar por tu casa y retirar todo lo que tengas para regalar.
6. Personalizá
Poné en marcha tu creatividad e imaginación para renovar tu vestidor y arreglar la ropa. Por ejemplo, podés cambiar el color de una remera tiñéndola en casa o coserle lentejuelas, botones o lazos a una remera lisa. Si querés opciones más sencillas, buscá unas tijeras y convertí esos jeans viejos en un short o cortá un vestido con botones para transformarlo en una camisa.
7. Reciclá
Si decidís decir adiós a ese jean, recordá que puede tener diferentes usos en la casa. Convertí las prendas viejas en trapos de cocina, ponelas en un canasto para que tus hijos se diviertan disfrazándose o usalas para acolchar la cama de tu mascota.
Renovar tu ropero es una tarea que puede ser muy divertida. Te permite ahorrar plata, reutilizar tus prendas y, sobre todo, aprovechar toda tu creatividad e imaginación para verte cada día mejor.