Los fríos y oscuros días de invierno pueden aumentar tus facturas de consumo energético. Acá te mostramos cómo usar la tecnología inteligente para ahorrar energía, rebajar las facturas y mantenerte caliente en casa.
¿En qué gastamos más?
Más de la mitad de la factura de consumo energético de una casa media corresponde a la calefacción y al agua caliente. Te recomendamos instalar un sistema de calefacción inteligente que te ayude a reducir las facturas hasta en un 25 %, ya que te muestra cuándo usás mucha energía y cuánto te cuesta. La oferta local es variada y no tiene nada que envidiarle a la extranjera. En la Argentina, hay proveedores nacionales como Cambre, iHaus y Solidmation que trabajan con módulos propios y software abierto y compatible con soluciones de terceros.
El gasto de luz supone un gasto importante pero podemos reducirlo. Pensá en cambiar las bombitas de casa por lámparas LED. Aunque son las lámparas de bajo consumo más caras, a la larga te permitirán ahorrar dinero, ya que emplean aproximadamente un 80 % de energía que las bombitas tradicionales y tienen una vida útil muy larga.
Muchos dispositivos electrónicos, como los reproductores de DVD, las computadoras, los televisores y las impresoras, consumen electricidad aunque no se usen. Los enchufes múltiples inteligentes pueden cortar la corriente de estos dispositivos cuando detectan que no están en uso. Esto te permite ahorrar hasta un 20 % del total de tu consumo energético.
Convertí tu casa en una Smart home
También podés aprovechar algunas tecnologías increíbles que te permiten conectarte, controlar y automatizar por completo tu casa a través de una aplicación. Con un sistema de control doméstico, las aplicaciones pueden encender las luces cuando te levantás, poner la calefacción cuando tenés frío e incluso poner en marcha la cafetera cuando necesitás despabilarte. Algunas de ellas son Trikom Ingeniería, Fibaro Argentina y Haustech.
Seguí aplicando las técnicas tradicionales
El hecho de utilizar estas tecnologías no significa que dejes de realizar cada día pequeñas acciones, y las conviertas en hábitos, para reducir el consumo energético.
- No te olvides de apagar las luces al salir de una habitación.
- Dejá la calefacción apagada por la noche. Para que el calor fluya por toda la casa, no pongas muebles delante de los radiadores.
- Asegurate de cerrar adecuadamente las puertas y las ventanas, ya que mucho calor se puede perder a través de estos accesos.
- Aislar correctamente las paredes, techos y pisos puede llegar a representar una reducción del consumo energético de entre un 35 % a un 70 %. Si no querés hacer obras de aislamiento, siempre podés colocar una alfombra grande y gruesa que aporte el ambiente cálido que buscamos, sin incurrir en un gasto muy alto.
¡Vas a ver cómo el gasto en tus facturas de luz es mucho menor!