Seamos honestos: liderar un emprendimiento propio es fascinante, pero lidiar con las finanzas es una responsabilidad que a muy pocos les resulta atractiva. De hecho, muchas personas se sienten intimidadas a la hora de ordenar sus propios números y libros. Sin embargo, llevar la contabilidad de manera adecuada es fundamental para el éxito de una pequeña empresa.
Acá te contamos cuáles son los aspectos financieros clave que tenés que conocer:
La jerga
Los términos y conceptos más importantes del mundo de las finanzas son:
- Ingresos brutos: Es la cantidad total de dinero que recibís como pago por los servicios que brindás a tus clientes, antes de contabilizar los gastos fijos.
- Gastos fijos: Se trata de cualquier gasto relacionado con las operaciones de tu empresa, como sueldos y alquiler. Cuando deducís los gastos fijos de los ingresos brutos, obtenés tu beneficio neto.
- Beneficio neto: Si este número es positivo, estás ganando dinero. Si es negativo, lo estás perdiendo. Si es cero, entonces tu negocio ha alcanzado el umbral de rentabilidad.
- Umbral de rentabilidad: Cuando las empresas recién empiezan a funcionar, es normal que incurran en pérdidas. El umbral de rentabilidad es el punto en el que los ingresos permiten cubrir los gastos fijos de la empresa, es decir que la compañía ya no trabaja a pérdida.
- Flujo de caja: Se trata de la cantidad de dinero en efectivo que entra y sale de tu empresa, por lo cual se vincula de forma directa con cuánta plata tenés a mano para pagar las cuentas. Es importante que siempre tengas suficiente efectivo disponible.
La documentación
Todas las empresas tienen que tener muchísimos documentos contables, pero estos son los más importantes:
- Balance general. Es una descripción general completa del mundo financiero de tu empresa. Incluye los activos (lo que la compañía tiene), los pasivos (sus deudas) y la diferencia entre estos (el patrimonio neto). Tu balance está “equilibrado” cuando el activo suma lo mismo que el pasivo.
- Estado de resultados. Es un resumen de los ingresos y los gastos del año, para que puedas calcular tu beneficio neto.
- Estado de flujo de caja. Este documento registra las entradas y las salidas de dinero en efectivo de la empresa. Si los ingresos son mayores que los egresos, tu flujo de caja será positivo.
- Previsión de ingresos. Es una predicción de cuánto ganará la empresa el próximo año en función de la experiencia pasada, la cantidad de clientes que tiene y los planes de crear nuevos negocios.
- Los pagos. La facturación refleja el dinero que cada empresa recibe de los clientes, por lo cual administrarla correctamente es importante para mantener un buen flujo de caja.
Además de la documentación al día, siempre te conviene contar con una protección que te permita minimizar cualquier complicación (especialmente, si es grave). Consultá los planes del Seguro Integral de Comercio de La Caja, que te ayuda a enfrentar y resolver dificultades en tu negocio, como incendios, robos y daños materiales, entre muchos otros.
Invertí en un software
Hoy en día, los software de contabilidad te hacen la vida mucho más fácil y te ahorran una cantidad de tiempo que no tiene precio. Tenés muchas opciones y podés buscar la que mejor se adapte a la realidad de tu empresa.
Buscá un contador
Es casi imposible controlar todo sin correr el riesgo de cometer errores potencialmente costosos. Un contador puede revisar periódicamente los libros contables para verificar que esté todo bien, ayudarte con el pago de los impuestos y la presentación de declaraciones.
Llevar las finanzas de tu empresa es inevitable. Encontrá la manera de hacerlo más rápida y eficientemente, para que ocupe la menor parte de tu jornada. Así que, animate e implementá todos los cambios que sean necesarios para que la contabilidad sea una herramienta que ayude a tu empresa a funcionar mejor.
