Mantener el peso adecuado es muy importante para lograr una buena salud. Las personas que necesitan perder algunos kilos para mejorar su calidad de vida esperan lograrlo rápidamente, pero los estudios demuestran que quienes lo hacen de forma gradual y controlada obtienen mejores resultados a largo plazo. Además, logran evitar el temido efecto rebote, que es el aumento repentino de peso justo después de haberlo bajado. Si bien los dos pilares para bajar de peso son la nutrición y el ejercicio físico, hay ciertos hábitos que podés adoptar para que los cambios sean notorios y perduren en el tiempo.
Acá te acercamos algunos consejos prácticos para que te pongas en marcha hoy mismo y alcances el peso que necesitás para cuidar tu salud. Con un objetivo claro y mucho compromiso, ¡todo es posible!
Cuidá tu alimentación
Las frutas y las verduras tienen que ser las protagonistas de tu alimentación. ¿Por qué? Por múltiples motivos. Además de aportar vitaminas y minerales, están repletas de fibra, un nutriente que te ayuda a sentirte lleno con menos comida. Tratá siempre de que los hidratos de carbono provengan de pan, arroz o pastas integrales, que también te liberan del hambre por un largo rato y son más saludables. En cuanto a las proteínas, el pescado, el huevo, las carnes magras y las legumbres son excelentes opciones. No te olvides de las grasas saludables, que se encuentran en los frutos secos, la palta y el aceite de oliva.
Es fundamental que evites lo más posible los alimentos procesados, como las papas fritas, las salchichas, los cereales azucarados, las sopas instantáneas y los aderezos. Estos alimentos aportan muchas calorías innecesarias y no son buenos para tu salud. Con un poco de imaginación, podés reemplazarlos por opciones más naturales y saludables. ¡Animate a cocinar un poco más!
Hacé actividad física
Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, empezá de a poco. Una rutina muy exigente podría resultar demasiado agobiante y la idea es instalar un hábito saludable, no convertirte en un atleta profesional. Recordá que el objetivo es mejorar tu estado físico para bajar de peso y sentirte bien con tu cuerpo. Comenzá con sesiones de media hora y dividilas en dos bloques de 15 minutos, para poder cumplirlas con mayor facilidad. Buscá actividades que disfrutes y que se adapten a tus horarios, estilo de vida y presupuesto.
En cuanto a qué actividad física realizar, empezá con alguna de bajo impacto. Podés salir a caminar, andar en bicicleta o ir a nadar. Si no tenés tiempo de ir a un gimnasio, siempre es posible hacer alguna clase de yoga o aeróbic en tu casa, usando videos de YouTube. Si te cuesta arrancar, buscá un compañero de entrenamiento que te ayude a mantener el compromiso y dejar las excusas de lado. Hacer actividad física con un amigo siempre es más motivante y divertido.
Cuidar tu salud implica llevar un estilo de vida adecuado y estar listo para enfrentar cualquier imprevisto que atente contra tu bienestar. Contratá un buen Seguro de Salud como el que ofrecemos en La Caja para vivir tranquilo sabiendo que contás con una amplia cobertura en caso de enfermedad.
Otros cambios en el estilo de vida
Para llevar un estilo de vida saludable que te permita bajar de peso (y no recuperarlo), hay que desarrollar nuevos hábitos. Estos son algunos de los más importantes:
- Tomá al menos 2 litros de agua por día. Esta sana costumbre te va a ayudar a eliminar toxinas y a tener menos hambre durante el día.
- Descansá. Es fundamental que duermas entre 7 y 8 horas por la noche para que tu organismo realice las funciones básicas de depuración y tu metabolismo se mantenga saludable.
- Reducí el consumo de alcohol y de gaseosas. Está comprobado que el consumo de estas bebidas contribuye directamente al aumento de peso. Tenelo siempre presente: el agua es la bebida más saludable que podes tomar.
- Movete siempre que puedas. En lugar de ir a todos lados en auto o en transporte público, probá recorrer las distancias más cortas caminando. Si vivís en un departamento, empezá a usar las escaleras en vez del ascensor. Cuanto menos sedentario seas, más fácil será bajar de peso y vas a incorporar un buen hábito a tu rutina diaria.
- Comé más despacio. Las investigaciones demuestran que comer más lento y pausado es la solución para no comer de más, porque te ayuda a sentirte lleno antes de terminar el plato. Prestá atención a tu comida y date el tiempo que te merecés para disfrutarla.
Por último, es muy importante que recuerdes que la clave no es hacer una dieta estricta sino instalar hábitos que generen bienestar. Eso requiere tiempo, paciencia y metas claras y razonables. Y, como siempre, ante cualquier duda consultá con tu médico o con un nutricionista, que van a poder asesorarte y armar un plan acorde a tus necesidades y objetivos.
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